Guatemala destacará junto a muchos otros países a finales del 2023 cuando un grupo de atletas nacionales compitan en el Campeonato Mundial de Deportes Electrónicos que se llevará a cabo en Rumania entre el 24 de agosto y el 4 de septiembre.
Walter Morales, de 20 años, y Raúl García, de 34, son hasta ahora los primeros guatemaltecos confirmados que representarán al país en Europa. Aunque apenas se trata de dos nombres, la noticia genera cada vez más curiosidad y emoción.
La novedad de esta próxima participación fue revelada el 19 de marzo del 2023, durante el primer Game Show Guatemala, un evento que convocó a profesionales, amateurs y aficionados a los videojuegos así como del cosplay.
Entre las grandes distinciones del Game Show destacó la meta de los organizadores por fomentar competencias electrónicas para reunir a los participantes que ganaron en enfrentamientos dentro de los juegos avalados por la Federación Internacional de E-Sports (IESF, por sus siglas en inglés).
Este rastreo de talentos procuró paralelamente formar la primera selección nacional de atletas de deportes electrónicos de Guatemala.
“Estamos muy contentos por la respuesta. Los comentarios de la comunidad gamer han sido muy positivos, lo cual es suficiente para seguir”, comenta Pablo Melgar, presidente de la Asociación de Deportes Electrónicos de Guatemala (ADEG), organización privada que ha impulsado propuestas como el Game Show del pasado 19 de marzo.
Según explica Melgar, serán 18 personas de distintas edades quienes integrarán la selección nacional de Deportes Electrónicos. Los jugadores se desempeñarán individualmente contra extranjeros en las distintas competencias de videojuegos como eFootball, PUBG Mobile, DOTA 2, Tekken 7, Mobile Legends y Counter Strike.
“Por instrucciones de la IESF hay jugadores que clasifican antes al campeonato mundial –como Walter Morales y Raúl García–. Los demás ganadores de los torneos deben participar en eliminatorias regionales para lograr la participación en Rumania”, explica el presidente de la ADEG.
Aunque aún no hay fechas específicas para que se lleven cabo los desafíos que determinarán al resto de competidores nacionales, Melgar comenta que el equipo guatemalteco será incluido por la Federación Internacional de E-Sports dentro de la región que abarca Centroamérica, Caribe, Colombia y Venezuela.
De momento, los encargados de la Asociación de Deportes Electrónicos de Guatemala empiezan a formar un cuerpo técnico con psicólogos, nutricionistas y preparadores físicos que acompañarán a los jugadores.
“Como asociación le estamos apostando para terminar de conformar el cuerpo técnico, más allá de lo que cada competidor requiere. La idea de la participación es llegar con todos los títulos”, dice Melgar, quien en febrero aseguró que la ADEG cubrirá los gastos de avión, transporte y alimentación de los seleccionados nacionales durante su viaje a Rumania.
Aunque supone un nuevo capítulo para la historia nacional dado el nivel de compromiso y de apuesta, lo cierto que esta no es la primera vez que Guatemala será representada en el Campeonato Mundial de Deportes Electrónicos.
Pablo Melgar cuenta que, para las últimas dos ediciones del torneo internacional, celebradas en Indonesia (2022) e Israel (2021), Guatemala participó con un grupo variado de hombres y mujeres.
No obstante, 2023 se presenta como un año de mejoras para la representación internacional: “Ahora nos apoyamos en un evento para definir a los seleccionados y dar más participación a las comunidades. Además, buscamos preparar a los seleccionados con una mayor cantidad de herramientas y acompañarlos de forma integral”, subraya el director de la ADEG.
Para Walter Morales y Raúl García 2023 también será recordado como el año en que conocerán por primera vez Rumania. De haberse acercado hace más de diez a las consolas, pasaron a convertirse en atletas internacionales.
“No es solo representar la bandera, sino que es una oportunidad de oro. Me siento un poco nervioso, pero también, muy contento”, dice Walter Morales de 20 años, vecino de la zona 21 capitalina, estudiante de Ingeniería en Sistemas y próximo representante de Guatemala ante el mundo en la categoría de eFootball.
Morales asegura que su pasión por esta forma de juego inició desde pequeño durante una época en la cual las ‘chamuscas’ y los juegos electrónicos de fútbol, así como el incentivo por parte de su padre por verlo jugar eran constantes.
El gusto por el balón en dentro del mundo de las consolas llevó a que Walter se inscribiera en diferentes torneos virtuales como Open, donde participan jugadores de distintas partes del mundo. Las tácticas y los controles en el emulador de fútbol digital provocaron en Morales una mayor insistencia por este espacio, razón que lo llevó a inscribirse en el Game Show 2023.
Mientras se prepara para conocer Rumania y competir frente a otros apasionados del eFootball, el joven nombra la paciencia y la calma como ejes cardinales que le han ayudado a desempeñarse profesionalmente en los videojuegos. Eso, más cuatro horas de práctica diaria en paralelo a sus compromisos universitarios y de convivencia, comenta.
Los videojuegos son espacios que implican niveles de competitividad y entrenamiento que terminan por escalar en desafíos personales-transformativos. Así lo ha entendido durante los últimos 18 años Raúl García, un vecino de San Pedro Carchá (Alta Verapaz) quien representará al país en el Campeonato Mundial de Deportes Electrónicos en el espacio dedicado a Tekken 7.
El videojuego, planteado como un escenario de luchas entre varios personajes, llegó a Raúl cuando tenía 15 años. Aunque asegura que los ‘fighting games’ le han llevado a comprender la disciplina más allá del mero entretenimiento, el jugador señala que su interés por la propuesta ha ido en incremento durante los años gracias a la investigación del mencionado juego.
“Tekken es extremadamente complejo. Cada uno tiene movimientos y muchísima profundidad. Me gusta la parte teórica, informarme, ver videos y escuchar programas. Trato de mantenerme aprendiendo la práctica”, cuenta García quien además de su rol deportivo, atiende un emprendimiento desde el cual vende motores, así como también estudia Administración de Empresas y sostiene una familia junto a su esposa, Pamela Rodríguez.
Raúl cuenta que el éxito logrado después del Game Show, donde participó y quedó electo para Rumania, era una premonición. A cinco meses de celebrarse el campeonato mundial, cuenta: “Me siento muy feliz. Creía en mis posibilidades conforme iba pasando el torneo. Competí contra rivales difíciles. Ahora, conocer jugadores de clase mundial y ser parte de la experiencia es un sueño hecho realidad. Me muy siento agradecido”.