Crespo nació en San José California, Estados Unidos. Sus padres, originarios de la ciudad capital y de San Lucas Tolimán, Sololá, Guatemala, se conocieron en el país norteamericano, en donde creció y comenzó a ejercer su profesión. “Desde pequeño me llamaba mucho la atención las cosas espaciales, tenía especial interés por los aviones y las películas de Star Wars. Con legos fui desarrollando la habilidad de armar y desarmar diseños de cualquier cosa. Creo que eran mis juguetes preferidos”, menciona.
Cuando llegó el momento de elegir una carrera universitaria no tenía idea de qué estudiar, aunque sí tenía claras sus habilidades para diseñar objetos, así que dos maestros lo guiaron por el camino de la matemática y física, hasta que estudió Ingeniería Mecánica y Aeroespacial en la Universidad de California en Davis, Estados Unidos.
Ámbito laboral
Crespo decidió adentrarse en este campo profesional aún sin saber exactamente de qué podría trabajar siendo ingeniero, pero lo que lo motivaba era su certeza de que se trataba de un área que le interesaba y con la que podría tener buenas experiencias.
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Su primer trabajo fue en una aerolínea como encargado del diseño y mantenimiento de las herramientas que utilizaban los técnicos que reparan los aviones. “Después de tener la fascinación por los aviones estaba trabajando en un lugar que, solo con salir de mi oficina, podía verlos muy de cerca. Era un sueño. Además de que mi trabajo consistía en diseñar o reparar desde una herramienta pequeña hasta la base en donde se coloca el motor de la aeronave para darle mantenimiento. Sin duda fue uno de mis trabajos favoritos”, expresa.
Su carrera como ingeniero creció mientras estuvo en una empresa en la que pudo diseñar piezas y herramientas para aviones y satélites. Luego se mudó a Los Ángeles, California, después de tener dos hijas con su esposa.
Su trabajo con la NASA
Al llegar a Los Ángeles comenzó a trabajar para la empresa llamada Sierra Lobo, Inc.; sus diseños son específicamente para el Jet Propulsion Laboratory (JPL), un laboratorio de investigación y desarrollo encargado en construir las misiones no tripuladas al espacio, relacionado a la NASA.
El proyecto con el que comenzó fue el Curiosity Rover, el vehículo -o como lo llama Crespo “el laboratorio en ruedas”- que aterrizó en el cráter Gale del planeta Marte en agosto del 2012. “Al inicio no tenía mucha experiencia en esta rama de la ingeniería, pero el director del proyecto me habló para saber si me interesaba manejar el proyecto. Él vio mi entusiasmo, así que comenzamos a trabajar. Fueron cuatro años difíciles, pero todo salió bien. Así fue como me abrí paso en proyectos con JPL y proyectos espaciales”, relata.
Telescopio para la defensa planetaria
En el 2019, junto con su familia decidieron tomar un año de vacaciones para conocer otros países y otros estilos de vida. Sus hijas estaban por entrar al high school, por lo que era el momento adecuado para no interrumpir sus estudios y récord académico que es vital para ingresar a la universidad en Estados Unidos.
La primera parada que tenían planificada era La Antigua Guatemala, en donde estarían seis meses y luego irían a España. Sin embargo, a inicios del 2020 comienza la pandemia del covid-19 por lo que sus planes cambiaron. Decidieron quedarse en el país por tiempo indefinido. “Se supone que nos iríamos en marzo del 2020, pero con el tema del virus se complicaron las cosas, además de que mis hijas no se querían ir. Lo hablamos con mi esposa y nos quedamos”, comenta.
El año pasado recibió la llamada de su antiguo director de Sierra Lobo, Inc. ofreciéndole trabajo para un nuevo proyecto. “Me explicó que ahora estaban trabajando desde casa, así que acepté” dice. Lo que comenzó con un proyecto, se convirtió en dos y hace unos meses cuatro diseños para diferentes proyectos para la NASA estaba siendo creados desde su lugar de trabajo.
“Yo trabajo en El Cubo, un lugar de coworking en San Lorenzo El Cubo, Sacatepéquez, en donde ofrecen buenos servicios de internet y un espacio muy cómodo. Desde mi computadora, que es como mi laboratorio, gestiono y diseño mi trabajo. Es fascinante poderlo hacer desde Guatemala”, enfatiza.
El proyecto principal en el que Crespo trabaja actualmente se llama Near-Earth Object Surveyor (NEO Surveyor), que consiste en un telescopio con el que se podrá observar objetos que pasan a cierta distancia de la Tierra y que posiblemente podrían causar daño, como los asteroides y cometas que se encuentran a 30 millones de millas de la órbita terrestre. “Ahorita esto lo podemos hacer solo con telescopios que están acá, por lo que se pierden muchos detalles viéndolos desde la Tierra. Así que hay que enviar uno que se dedique solo a eso y será lanzado en el año 2026”, explica.
Apoyo a Guatemala
“Las experiencias que se logran con el tiempo, como el diseñar algo en papel, pasarlo a la computadora, luego ver cómo se crean las piezas, armarlo y ver cómo enciende el aparato, hacer las pruebas y después colocarlo en una caja para ver cómo es lanzado al espacio es algo que no todos pueden vivir, por lo que quiero apoyar a Guatemala para que más personas puedan vivir esto también”, anuncia.
Crespo desea inspirar a más jóvenes a que sigan sus sueños y puedan tener vivencias igual de “increíbles” como las que ha tenido. Hasta el momento 1bot, un colectivo dedicado al desapoyó de STEM en los colegios de Guatemala, lo ha contactado para dar ideas de cómo se puede involucrar a la niñez en proyectos de tecnología y de la NASA.