El último chatbot de Microsoft, llamado Copilot, incorporará capacidades similares a las de ChatGPT en las oficinas, produciendo transcripciones de reuniones, entradas de calendario o diapositivas de PowerPoint casi instantáneamente.
La idea central de la nueva versión es que la IA generativa, el término para las capacidades de estilo ChatGPT, funcione como un asistente para los usuarios del popular software para el lugar de trabajo de Microsoft y no asuma unilateralmente las tareas de la oficina.
“Se podría decir que hemos estado usando IA en piloto automático y con esta próxima generación de IA estamos pasando de piloto automático a copiloto”, dijo el CEO de Microsoft, Satya Nadella, en un evento de lanzamiento virtual.
Microsoft está invirtiendo miles de millones de dólares en OpenAI, la empresa que está construyendo la tecnología que impulsa a ChatGPT y que lanzó su última versión, GPT-4, el martes 14 de marzo.
Esa tecnología, que según OpenAI puede ser impulsada tanto por imágenes como por texto, ya es la base de un chatbot en el motor de búsqueda Bing de Microsoft, que ha crecido en número de usuarios gracias a la adopción de la IA.
Otros gigantes tecnológicos han adoptado un enfoque más cauteloso respecto a la IA generativa.
La rama de computación en la nube de Google anunció esta semana que proporcionará formas de “infundir IA generativa” en las aplicaciones o ponerlas a trabajar en la propia plataforma del titán de Internet.
El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, dijo en febrero pasado que la empresa matriz de Facebook e Instagram impulsa una serie de productos para encontrar formas de “acelerar” su trabajo de IA.