La ceremonia, que la revista ha bautizado como los Óscar de las startups y la tecnología, hizo hincapié en la importancia de mejorar la diversidad en un Silicon Valley dominado por hombres de raza blanca y asiáticos.
Así, entre los premios repartidos esta noche estuvo el galardón a la diversidad, que obtuvo Kimberly Bryant, fundadora de la organización Black Girls Code, que ofrece cursos para que las jóvenes afroamericanas aprendan a programar.
Bryant dijo, al recoger el premio, que su objetivo es encontrar al Bill Gates negro.
Entre los que obtuvieron reconocimiento en la gala de TechCrunch estuvo también el servicio de mensajería Messenger de Facebook, que tiene ya 800 millones de usuarios y fue elegido mejor aplicación móvil del año.
Mientras tanto, la organización sin ánimo de lucro Code.org, que tiene en marcha campañas para enseñar a programar, sobre todo a los más jóvenes, obtuvo el premio al proyecto social con mayor impacto y Honor, que ofrece servicios de atención a las personas de la tercera edad, el de mejor empresa emergente del 2015.
La ceremonia tuvo como presentadora a la comediante Chelsea Peretti, quien bromeó sobre como la Bahía de San Francisco se ha convertido en un lugar muy diverso que incluye “tanto a millonarios como a multimillonarios”.