Ambos terminales destacan por su construcción metálica con elementos de vidrio; sin embargo, el Edge se diferencia en que incluye pantalla curva en los bordes.
Tal y como se especulaba semanas antes, los nuevos Galaxy, que reemplazan al S5 lanzado el año pasado, tienen pantalla de 5.1 pulgadas QHD Super AMOLED, con un procesadora octacore Exynos, creado por Samsung. Incluyen 3 GB de RAM y capacidades de almacenamiento de 32, 64 o 128 GB.
Las cámaras también son las que muchos esperaban, con resolución de 16 megapixeles con estabilizador óptico de imagen. Los celulares incorporan también sensor de huellas dactilares y capacidad de carga 1.5 veces más rápida que el Galaxy S5.