Los investigadores solicitaron a las personas valorar primer sus propias fotos tomando en cuenta factores como atracción, fiabilidad, supremacía, competencia y confianza.
Luego, les pidieron hacer el mismo proceso de seleccion y valoración de fotos, pero esta vez con las de otra persona.
En el estudio se concluyó que las imágenes escogidas por los desconocidos tuvieron una mejor impresión que las que elegían las mismas personas.
De acuerdo con David White, autor principal del estudio, esto se debe a que las personas suelen elegir primero las fotos que resaltan su atractivo físico, pero esto no siempre es lo más importante para los demás.
Probablemente cuando otras personas elegían las fotos, tomaban más en cuenta otros aspectos como su seguridad y confianza.