Una mezcla menos insospechada, The Weeknd y Drake, ha protagonizado una de las últimas canciones generadas por IA que se han viralizado, “Heart on My Sleeve”.
Para ello, el productor Ghostwriter ha utilizado la IA para crear clips vocales realistas que sonasen como The Weeknd y Drake, y TikTok ha hecho el resto con un video que ha alcanzado nueve millones de visualizaciones.
Sin embargo, el Grupo Universal Music se ha encargado de cortarle las alas, ordenando a Spotify y Youtube que eliminaran la canción de sus plataformas.
No es la primera vez que Drake ve su voz utilizada por la IA. “Esto es el colmo, IA”, ha lamentado en Instagram, tras una versión suya rapeando “Munch (Feelin’U)” de Ice Spice.
La música ha sido a menudo punta de lanza en los cambios tecnológicos, pese a que históricamente la conversión de texto a imagen podría considerarse la primera forma artística en enfrentarse a la IA, ya que hay aplicaciones como Midjourney, en las que el usuario hace una descripción de la imagen que quiere generar y la plataforma la crea.
Aun así, la música “podría ser la primera industria en involucrarse plenamente” en esta revolución, explica a EFE Martin Clancy, presidente del comité de Ética ante la IA del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, con sede en EE.UU.
El “copyright” es la columna vertebral de una industria musical que todavía no está preparada para la IA, que es vista como una amenaza para los derechos de los artistas, tanto que Universal ha pedido a los servicios de “streaming” que impidan que acceda a sus canciones.
En declaraciones a EFE, un portavoz de Universal justifica la medida argumentando que “las plataformas tienen la responsabilidad fundamental jurídica y ética de impedir el uso de sus servicios de forma que perjudique a los artistas”.
A su juicio, el desarrollo de la IA ha obligado a las discográficas a preguntarse “de qué lado de la historia quieren estar: del lado de los artistas, los fans y la expresión creativa humana; o del lado de las falsificaciones, el fraude y negar a los artistas la compensación que les corresponde”.
No obstante, Clancy considera que la IA abre un abanico de posibilidades por descubrir e incluso para mejorar la situación de ciertos artistas. Es el caso de la cantante canadiense Grimes, que invita a otros a utilizar su voz -a través de la IA- a cambio del 50 % de los ingresos.
Otra canción creada por IA que se ha viralizado recientemente es “Savages” del grupo AllttA, de Jay-Z. Uno de sus miembros, Mr. J. Medeiros, indica a EFE que fue originalmente compuesta para un documental que buscaba una pieza musical ambientada en los 90 para retratar la vida de los niños en suburbios de Francia.
El documental acabó no utilizándola y ahora la banda la ha compartido en sus redes, sin monetizarla ni emplearla para promoción, hasta el punto que muchas de las personas que la han escuchado ni siquiera saben cuál es la banda que está detrás de la composición.
“Nos llevó por lo menos un mes conseguir que el verso sonara bien”, confiesa Medeiros, que admite que cambiaron la letra una y otra vez y trataron de averiguar de qué manera podrían escribir ciertas palabras para conseguir que la IA captara el sonido más fiel posible a Jay-Z.
También facilitó las cosas que la canción fuera pensada inicialmente para el documental sobre niños, porque los versos eran más “dulces” y poéticos, por lo que funcionaron mejor con la IA.
Un artista no debería regirse por los derechos de autor, al menos no durante el proceso de creación, reflexiona Medeiros. “Como artista, especialmente de hip hop, sería hipócrita adoptar una postura legal”, reivindica este rapero, quien piensa que los músicos tienen el derecho a “probar” esta herramienta que les ha caído del cielo.
Medeiros asegura que seguirán experimentando con la IA, pero sin imitar la voz de cantantes famosos, ya que han hecho “lo que tenían que hacer: añadir música al debate sobre esta nueva invención”. EFE
ssia/ssa/rrt
(video)