TECNOLOGÍA

Uso excesivo de pantallas: Cómo afecta a adultos y niños, y cuáles son algunas apps para limitar su tiempo de actividad

El abuso del tiempo frente a las pantallas afecta no solo áreas psicológicas y físicas, sino también sociales.

En la actualidad reducir el uso excesivo de pantallas supone un reto tanto para adultos como para menores. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

En la actualidad reducir el uso excesivo de pantallas supone un reto tanto para adultos como para menores. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Alrededor del mundo, las personas permanecen un promedio de seis horas con 40 minutos frente a las pantallas. Este número es superado incluso por los estadounidenses, quienes ven sus dispositivos un promedio de siete horas con tres minutos por día, según datos publicados por organizaciones internacionales como DataReportal y Digital Information World.

Aunque los porcentajes van cada vez en aumento, resulta lógico pensar que este estilo de vida digital puede que sea irrenunciable en un momento de la historia en el que las pantallas han logrado entrar a todas las esferas de nuestras vidas.

No obstante, el progreso virtual que implica facilidades de conexión en el día a día, conlleva efectos no solo en la experiencia física y mental de las personas, sino también en sus planos emocionales y sociales.

¿De qué manera afecta entonces el uso excesivo de las pantallas a las distintas poblaciones de adultos y niños?

De acuerdo con el doctor Humberto Ramírez Amado, médico y cirujano oftalmólogo, la gran cantidad de tiempo que pasamos frente a las pantallas puede detonar una fatiga visual manifestada en síntomas como ojo rojo y dolor ocular.

Esta fatiga ocurre incluso cuando dejamos de parpadear la cantidad de veces que son idóneas por minuto.

Ramírez Amado recuerda que muchas veces solemos utilizar de manera excesiva las pantallas del celular minutos antes de dormir y a altas horas de la noche, lo cual puede afectar el ritmo circadiano.

Por otro lado, la psicóloga Regina Villagrán argumenta que la tecnología es una herramienta ideal, "siempre y cuando esté siendo utilizada por una mente preparada y apta".

La cercanía con los celulares se ha normalizado tanto al punto de ver las pantallas antes de dormir y luego de despertar. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

En ese sentido, la especialista distingue entre el uso que hacen los adultos con las pantallas, comparado con el que le dan los más jóvenes y niños.

Villagrán apunta que el uso excesivo de las mismas en el caso de los adultos puede afectar en áreas como la comunicación. Este hecho, aunque es cada vez más evidente, no deja de ser importante de reflexionar.

"Perdemos completamente el lenguaje no verbal, el contacto visual, el físico y sobre todo, evitamos afrontar la realidad. ¿Por qué? Porque al final del día nos estamos escondiendo tras una pantalla", comparte la especialista en salud mental.

Por otro lado, la especialista menciona que el vínculo con los dispositivos y las redes sociales, que suponen en reiteradas ocasiones un uso excesivo, puede generar placeres instantáneos que se asocian con las adicciones.

“El uso excesivo de estos dispositivos, sí o sí va a impactar en las estructuras del cerebro. Un ejemplo claro es justamente con el poder del like que genera dopamina por la recompensa de aceptación y el sentido de pertenencia”, explica Villagrán.

Asimismo, la psicóloga argumenta que una exposición prolongada frente a las pantallas puede asociarse a riesgos como desarrollar problemas de atención, hiperactividad e incluso ansiedad y depresión.

"(Ante el uso excesivo de pantallas) el cerebro no descansa nunca. Se mantiene en un estado de hiperalerta e hiperactividad. Eso también viene de la mano con la baja calidad del sueño que podemos estar teniendo", agrega la especialista.

Pantallas, niños y jóvenes

Reportes de la plataforma Comparitech han destacado que una media de niños estadounidenses entre los cero y los dos años interactúan ya de forma habitual con celulares inteligentes.

Por otro lado, los jóvenes de familias con bajos ingresos pasan nueve horas con 19 minutos frente a la pantalla, por día; dos horas con tres minutos más que los adolescentes con mayor acceso económico, quienes pasan siete horas con 16 minutos conectados al día.

"Ya no hay ganas de jugar o de reunirse con otras personas. En los niños ya no está tanto el juego, que es simbólico ya que elabora emociones para aprender a resaltar los roles de otros niños y las situaciones del día a día", expone Villagrán.

La especialista en salud mental también argumenta que el lugar de los adultos responsables de menores de edad es crucial para entender la gravedad de la exposición a las pantallas.

El tiempo de uso de las pantallas puede limitarse a través de voluntad y la implementación de apps o softwares. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Villagrán sostiene que muchas veces en la crianza suelen utilizarse las aplicaciones como un "auxiliar", al momento de querer distraer a los menores ya que es un estímulo que está "a la mano". Sin embargo, dice la psicóloga, es necesario entender que estos artefactos no son juguetes.

"Estamos hablando también de cerebros que pueden ser sobre-estimulados a través de las pantallas. Una sobre estimulación puede ser tanto visual y auditiva que pueden incluso afectar directamente el aprendizaje escolar", señala la psicóloga.

Algunas apps para limitar el uso de pantallas

  • Screen Time: Opera en dispositivos Android y ofrece registro del tiempo de uso, historial de navegación, rastreo de locaciones de uso, filtro web, límite de uso y alarmas.
  • YourHour: Crea un análisis sobre el uso de cada aplicación y señala desafíos para limitar el mismo de cada una.
  • ActionDash: Utilizada por más de un millón de personas, permite visualizar el tiempo de uso en pantalla e identifica las apps que más distraen.
  • Flipd: Ideal para estudiantes, permite desarrollar métodos de limitación vinculados a tiempo de estudio e incluso ofrece sonidos para mejorar la concentración.
  • Forest: Mediado por una interfaz atractiva a manera de un juego, permite limitar las distracciones durante el uso del teléfono.

Daños de la luz azul

Villagrán recuerda que la luz azul emitida por las pantallas durante la noche tiene un impacto significativo en el cerebro. Según explica, esta luz afecta la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el sueño, lo que puede alterar los patrones de descanso y provocar problemas de sueño.

Aunque no hay evidencia clara de daños neurológicos graves, la alteración en la producción de melatonina puede tener consecuencias negativas en la calidad del sueño, explica el doctor Humberto Ramírez Amado.

Entre las principales afecciones del uso excesivo de pantallas tiene que ver con los daños oculares. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

El médico y cirujano oftalmólogo, señala que ante esta incertidumbre, es recomendable tomar precauciones y consultar a un optometrista para considerar el uso de lentes antirreflejos.

Además, Ramírez Amado sugiere que una manera de protegerse del impacto de la luz azul es mediante el uso de filtros, ya sean externos o incorporados en los dispositivos.

Existen softwares que permiten disminuir la intensidad de la luz de la pantalla, volviéndola más cálida y menos dañina. Estas protecciones pueden adaptarse según las necesidades del usuario a lo largo del día.

Recomendaciones en el uso de pantallas para niños y adultos

  • Para niños de cero a tres años: La psicóloga Regina Villagrán recomienda evitar el uso de pantallas en esta etapa. Aunque puede haber una televisión de fondo en algún momento, no debe ser utilizada de manera intencionada para regular el comportamiento de los niños.
  • Para niños de cuatro a diez años: Villagrán sugiere limitar el tiempo frente a las pantallas a un máximo de 30 a 45 minutos al día. Es importante no establecerlo como un hábito ni utilizarlo como una herramienta de auxilio.
  • Para niños de 13 a 18 años: Se sugiere que el tiempo de pantalla no exceda dos horas diarias y que se distribuya en periodos de media hora a lo largo del día. Es crucial regular su uso para evitar que se convierta en un hábito.

En otro sentido, Villagrán destaca la importancia de conocer nuestros límites y la autorregulación emocional en el caso de los adultos.

La psicóloga argumenta que si se presentan síntomas como insomnio, irritabilidad, ansiedad o pánico, son indicio de que el cerebro está sobre-estimulado y se debe reducir el tiempo de pantalla.

Otras recomendaciones dadas por el médico y oftalmólogo Ramírez Amado son:

  • Evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir para regular los picos de luz azul y mejorar la calidad del sueño.
  • Aumentar el tamaño del texto en los dispositivos para reducir la fatiga visual.
  • Utilizar el tiempo de pantalla de manera moderada y combinarlo con momentos de descanso.
  • Parpadear conscientemente para mantener los ojos lubricados y evitar la sequedad ocular.
  • Considerar el uso de gotas lubricantes si se utiliza aire acondicionado, ya que este puede agravar los problemas de sequedad ocular.
  • Realizar una evaluación anual con un oftalmólogo y, por cada hora de uso de pantalla, alternar con mirar objetos a más de seis metros de distancia para descansar la vista.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.

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