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1993: <em>El Chapo</em> Guzmán es capturado en Guatemala

El 10 de junio de 1993, la Guardia de Hacienda puso fin a la espectacular fuga del zar mexicano de la droga Joaquín Guzmán Loera, conocido como “el Chapo”.

El narcotraficante Joaquín "el Chapo" Guzmán, en una fotografía de junio de 1993. (Foto: Hemeroteca PL)

El narcotraficante Joaquín "el Chapo" Guzmán, en una fotografía de junio de 1993. (Foto: Hemeroteca PL)

Guzmán habría participado en una balacera en Guadalajara, México, el 24 de mayo de ese año, en la que pereció el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, y trató de buscar refugio en San Marcos, Guatemala, donde contaba con apoyo para pasar inadvertido.


El 11 de junio de 1993, Prensa Libre publicó en sus secciones Nacional e Internacional la captura de Guzmán Loera. La prensa internacional se hizo eco de la detención, al tomar en cuenta que se trataba de uno de los hombres más buscados por la justicia mexicana e internacional.

Guzmán  burló los retenes y patrullas aéreas que lo buscaban con insistencia por la condena popular. Supuestamente, la Guardia de Hacienda habría ganado la recompensa de cinco millones de dólares ofrecida por las autoridades aztecas, aunque dicho extremo nunca fue confirmado oficialmente.

Detrás de la captura del Chapo estuvo Otto Pérez Molina, entonces jefe de Inteligencia del Ejército de Guatemala.
“El Chapo” fue detenido junto con su esposa María del Rocío de la Serra, y algunos de sus lugartenientes.

Tres aviones de la Fuerza Aérea Mexicana fueron enviados entonces a Tapachula con varios agentes de seguridad para evitar la fuga de Guzmán, quien horas después fue trasladado a una cárcel de máxima seguridad en Almaloya, Ciudad Juárez.

Zar de la droga

“El Chapo” ya era el principal distribuidor de cocaína en el sector geográfico que abarca de Panamá a la zona fronteriza de Tijuana. Su residencia particular, un lujoso palacete, estaba ubicada en Cuauctemoc, población cercana a la Mesilla, Huehuetenango.

Guzmán viajó a Chiapas en Taxi, luego de participar en una balacera, el 24 de mayo de ese año, en el aeropuerto de Guadalajara, en la que habría sido emboscado infructuosamente por los hermanos Arellano Félix, otros dos narcotraficantes, quienes disputaban terreno para el comercio de la droga en regiones adyacentes a Estados Unidos.

Durante la balacera, se dijo, el cardenal Posadas habría quedado en medio y pereció al recibir al menos 14 balazos en fuego cruzado.  Al respecto, nunca hubo una sola versión de los hechos, pero la más aceptada es que Posadas esperaba al Nuncio Apostólico en el Aeropuerto al momento de la balacera, y que su muerte fue casual.

Los hermanos Arellano huyeron en avión a Tijuana, mientras que “el Chapo” y sus amigos escaparon en taxi a México y posteriormente a la frontera con Guatemala.

Guzmán trató de refugiarse en Guatemala, en donde contaba con el apoyo de “varios amigos”. Sin embargo, al momento de cruzar la frontera, agentes de la Guardia de Hacienda lo capturaron.

El entonces Procurador de México, Jorge Carpizo, agradeció el apoyo de las autoridades guatemaltecas, pero se abstuvo de hacer comentarios acerca de una millonaria recompensa ofrecida por el Gobierno de México.

El presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, afirmó que su gobierno daría US$5 millones para la persona que aportara pistas que permitieran la captura de “el Chapo” y compañeros.

Sin recompensa…

Un vocero de la Guardia de Hacienda guatemalteca dijo entonces que en breve haría los contactos necesarios con las autoridades mexicanas, a fin de conversar acerca de la recompensa, aunque aclaró que “la captura fue una acción exitosa de los agentes acantonados en San Marcos, quienes actuaron sin esperar recompensas de ninguna naturaleza”.

La entrega del presunto jefe del cártel de Sinaloa fue hecha por las autoridades guatemaltecas en el puente internacional de Talismán, San Marcos, sobre el río Suchiate.

Las autoridades aztecas estaban agradecidas con el gobierno guatemalteco, pues con la captura del “Chapo Guzmán” se les quitaba “una brasa de encima”, en vista de la condena popular que causó el asesinato del cardenal Posadas.

Trascendió que el presidente Salinas de Gortari, a fin de evitar desagravios con la iglesia católica mexicana, ofreció la millonaria recompensa para acelerar la captura del narcotraficante mencionado.

“El Chapo”, se dijo, tenía similar rango dentro de la mafia internacional, al que poseía Pablo Escobar, principal jefe del comercio del narcotráfico en América del Sur.

La fortuna de “el Chapo Guzmán” estaba calculada en esa década en más de US$700 millones, pues poseía una colección de automóviles Mercedes Benz, lujosas mansiones en Tijuana, Guadalajara, Chiapas y Panamá.

Por US$4 millones

El Gobierno de México había fijado con anterioridad una recompensa de US$4.8 millones para quien proporcionara informes que condujeran a la detención de los jefes de los cárteles de la droga a los que se les adjudicó el asesinato del cardenal Posadas.

Los delincuentes por los que se pagaría la recompensa eran los jefes del cártel de Tijuana, los hermanos Ramón y Francisco Arellano Félix, y los del cártel de Sinaloa, Héctor Salazar “el Güero” Palma y Joaquín Guzmán Loera, “el Chapo”.

México había solicitado el apoyo del Departamento de Justicia de Estados Unidos, pensando que los narcotraficantes se desplazarían para ese país, no para Centroamérica.

Una fuente gubernamental dijo que la policía nunca consideró que Guzmán buscara territorio guatemalteco después de dar muerte a Posadas Ocampo.

Posadas viajaba en un automóvil idéntico al que se esperaba que Guzmán utilizara y fue la víctima de una confusión en una venganza entre narcotraficantes ordenada por los jefes del rival cártel de Tijuana, señaló la fuente.

“El cardenal fue confundido (con Guzmán) por los pistoleros… Guzmán iba a llegar en un Grand Marquis blanco del año y el cardenal llegó en un automóvil igual”, explicó.

Sin embargo, 23 años después, la muerte de Posadas todavía es un misterio sin resolver, y la petición de la iglesia católica mexicana de reabrir el caso fue rechazada.

Incluso, tampoco se llegó a esclarecer si el ataque había sido dirigido directamente contra “el Chapo”.

Estuvo Otto Pérez Molina

La investigación de la muerte del cardenal Posadas y la captura del Chapo llevarían en 2015, de manera insospechada, a un descubrimiento inesperado.

En septiembre de 2015, durante una audiencia por el caso de defraudación “la Línea”, el ex presidente de Guatemala,  Otto Pérez Molina, hizo referencia a “el Chapo” Guzmán, cuya captura comandó en 1993, cuando era jefe de los servicios de inteligencia del Ejército.

En dicha audiencia, Pérez Molina aseguró que rechazó un soborno de “el Chapo” cuando lideró la captura, y puso como ejemplo su supuesta probidad en la audiencia por corrupción.

Lo que empezó como la investigación para esclarecer el homicidio de Posadas a manos del narcotráfico en 1993, terminó con el descubrimiento accidental de un supuesto soborno de US$1.5 millones que Pérez Molina habría recibido de “el Chapo” Guzmán, a cambio de protección para resguardarse en Guatemala.

Supuestamente, Pérez Molina recibió el dinero pero luego lo traicionó. Dicho extremo  tampoco ha sido confirmado

¿Quién es “el Chapo”?

Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “el Chapo” Guzmán, nació en La Tuna, México, el 25 de diciembre de 1954.
Líder del Cártel de Sinaloa. Después del arresto de Osiel Cárdenas, del Cártel del Golfo,  Guzmán se convirtió en el principal traficante de drogas de México.

En 1993 fue detenido en San Marcos, Guatemala, y extraditado a México, pero ocho años después escapó de la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.

Desde su fuga en enero de 2001, se convirtió en el segundo hombre más buscado por el Federal Bureau of  Investigation  (FBI) y la Interpol, después de Osama Bin Laden.

Tras la muerte de este último en 2011, el ránquin titulado “Los nuevos 10 más buscados”, que se elaboró a partir de una lista realizada por la revista Forbes, colocó en primer lugar a Guzmán Loera, a quien calificó como un hombre “implacable y determinado”.

Esta misma revista calculó su fortuna en US$1 mil millones. En 2013 se le colocó en el lugar 67 entre las personas más poderosas del mundo. Guzmán admitió haber asesinado entre 2 mil y 3 mil personas, entre las que se encontraba Ramón Arellano.

El 22 de febrero de 2014, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, confirmó que Guzmán Loera había sido capturado. El 11 de julio de 2015 se fugó nuevamente, del penal de máxima seguridad de El Altiplano, en Almoloya, Estado de México.

La Comisión Nacional de Seguridad confirmó que Guzmán Loera era el único que habría logrado fugarse dos veces de un penal de máxima seguridad. El 8 de enero de 2016, Peña Nieto confirmó que Guzmán Loera había sido nuevamente capturado.

El 20 de mayo de 2016 México accedió a la extradición de Guzmán a EE. UU. donde  espera ser juzgado por los delitos de homicidio, narcotráfico, delincuencia organizada, posesión de armas y lavado de dinero. A cambio de la extradición, ese país se comprometió a no aplicarle la pena de muerte.

Guzmán Loera fue trasladado a una cárcel de Ciudad Juárez, de donde Peña Nieto espera enviarlo a EE. UU. “a la mayor brevedad”.

Crónica de las fugas de “el Chapo” Guzmán. (Video: tomado de Youtube)

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