“A veces necesitamos un uniforme para protegernos” y este “responde a la idea de preservar nuestro espacio personal”, dijo la diseñadora a la AFP.
El uniforme transmite además la idea de igualdad, dijo Grazia Chiuri, que llevaba un pañuelo blanco. Este símbolo fue lanzado por el sitio especializado “Business of Fashion” tras la elección de Donald Trump como señal de unidad y de tolerancia, y se exhibió en las Semanas de la Moda de Nueva York y Londres.
“Si queremos más igualdad, debemos trabajar juntos para ello”, agregó.
El azul de la colección evoca los estereotipos ligados al género, puesto que es el color habitualmente asociado a los niños, mientras el rosa se vincula con las niñas, dijo la diseñadora.
Retomó además una silueta de 1949 inspirada en las túnicas del pastor, con largas capuchas, creando un look monacal. El terciopelo, los pliegues y los volantes están muy presentes en esta colección otoño-invierno.
“Entre todos los colores, únicamente el azul marino puede rivalizar con el negro y presentar los mismos atributos”, decía Christian Dior. La directora artística, que pertenece a una “generación del negro” se inspiró en el color azul-gris de las prendas de los archivos de la firma.
En este universo azul, el apego de Christian Dior por los astros es recordado con cometas y lunas estampadas en suéteres y faldas.
Rihanna, imagen de la firma, asistió al desfile celebrado en el museo Rodin, también estuvo presente Kate Moss y Uma Thurman.