Los aspirantes tuvieron la oportunidad de exponer sus planes de trabajo durante 15 minutos, quienes posteriormente también fueron cuestionados por los legisladores.
Claudia López, la procuradora adjunta, llevó unos folletos impresos con la propuesta que pretende ejecutar si es electa como próxima magistrada de conciencia.
López destacó que uno de los problemas es la credibilidad de la institución, puesto que la ciudadanía no confía en las auxiliaturas departamentales.
Agregó que dentro de sus planes está incrementar el personal en la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, para mejorar la cobertura.
También argumentó sobre la importancia de crear una defensoría que proteja a los defensores de Derechos Humanos.
Por su lado Ricardo Alvarado reconoció que no tiene un plan de trabajo. “Al estar afuera de la institución se complica”, argumentó Alvarado.
Alvarado también dejó claro que existe una necesidad de hacer una evaluación organizacional en la PDH y educar sobre la labor de la institución, incluso con las organizaciones.
Por último Jordán Rodas agradeció a los diputados por haberle dado un voto unánime, comentario que provocó risa a Claudia López.
Rodas expuso ante los legisladores que el nuevo PDH debería ser electo por alguien que no sea de la capital, para descentralizar el alcance de los Derechos Humanos.
Los aspirantes fueron cuestionados sobre temas específicos como el aborto, la pena de muerte y los bloqueos de carreteras. Los tres coincidieron en que se oponen a la pena de muerte.