Ana Mariela González, integrante de la junta directiva de esa organización, informó que la iniciativa surgió hace cinco años con la idea de sembrar mil árboles en un año, pero en enero del 2012 sobrepasaron la meta y ahora las jornadas se efectúan a cada 15 días.
Aceptación
El proyecto tuvo aceptación entre el voluntariado y con el paso del tiempo los organizadores recibieron solicitudes de algunas compañías para que apoyaran sus planes de responsabilidad social empresarial.
El eslogan de la organización es “Generemos vidas con nuestras manos”. González añadió que ante la violencia que se vive en el país, es importante recordarle a las personas el valor de la vida a través de la naturaleza.
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En los voluntarios que participan en las reforestaciones se busca que sean agentes de cambio en el tema ambiental en sus casas y puestos de trabajo.
Luego de un convenio, los árboles son plantados en reservas y parques naturales para garantizar su crecimiento.
Los árboles son donados por viveros, colaboradores externos y Plantemos 1000 Árboles. Entre las especies que se siembran hay encino, pino y ciprés.
“Si todos cambiamos de hábitos a nivel macro, habrá grandes cambios en beneficio del planeta”, dijo González.