El exvicepresidente dijo que pese a no haber estado antes en el Gobierno, sabía que “fondos públicos no podían utilizarse en la iniciativa privada, y estos eran fondos públicos”, por lo que también se hizo una consulta a la Contraloría, “se dijo que lo iba a analizar, pero desde el principio estaba de acuerdo con la observación que yo hacía”.
En este caso, Espada no tiene orden de captura por la firma del Acuerdo Gubernativo que dio vida al proyecto del Transurbano. “Afortunadamente mi relación con el presidente fue magnífica, porque nunca me forzó, me obligó o me empujó a hacer algo que yo no quería hacer, él respetó siempre mi independencia como vicepresidente”, aseguró.
Corrupción no es nueva
En la entrevista, el exfuncionario también asegura que “corrupción ha habido siempre, no es nada nuevo”, y que es por esto que el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), han encontrado anomalías.
Espada reiteró que durante el gobierno de la Unidad Nacional de la Esperanza se trabajó con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos cuando comenzó la Cicig. “Nosotros la formamos, yo fui el firmante del proyecto de Cicig, que llegó con la visión de limpiar todo lo que hay en Guatemala”.
“En Guatemala hay una corrupción tremenda, yo fui criticado cuando dije que había corrupción a todo nivel, pero es difícil tener pruebas, ¿cómo documentarlas?”, explicó el exfuncionario.
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El ex vicepresidente también afirmó que varios de los hoy capturados han hecho cosas buenas por el país, pero que “todo aquel que por acción u omisión haya sobrepasado la Ley, debe ser responsable de sus actos”.
“Cuando tomamos un cargo público debemos estar conscientes de que tomamos una responsabilidad, legal por 20 años, pero moralmente es para toda la vida. Los errores hay que medirlos y hay que asumir las consecuencias”, sentenció el ex vicepresidente.
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