Como registro para la posteridad del resultado de sus valiosas investigaciones, Molina Calderón ha escrito varios libros sobre esta temática, con motivo del bicentenario de la Independencia, el último de los cuales es Política económica de 50 presidentes de Guatemala (1821-2021), en el que expone, con detalle, no solo la política económica de los gobernantes, sino constituye un compendio de las disposiciones de las diferentes constituciones que se han aprobado y puesto en vigencia a los largo de los años. La obra sigue un orden cronológico, desde los tiempos precolombinos hasta el presente, y registra innumerables acuerdos, leyes y decretos, por lo que se convierte en un libro indispensable para la consulta sobre la historia económica.
En esta entrevista, desde la distancia, el economista, miembro de número de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala, aborda varios temas, de manera breve, sobre su experiencia y conocimientos en estos específicos sucesos de la historia del país.
¿En este año del Bicentenario, ¿qué aspectos económicos debemos destacar de este acontecimiento y por qué?
El período de los 200 años de independencia se puede analizar por los modelos económicos, que se pueden dividir en cuatro etapas. La primera, de medio siglo de duración, de 1821 a 1871, cuando prácticamente se mantuvieron las disposiciones legales en las que Guatemala fue provincia de España. La segunda, de 1871 a 1944, que duró 73 años, constituye un modelo económico de libre mercado, con un gobierno fuerte. La tercera, de 1944 a 1986, que se prolongó 42 años, inició en los primeros 10 años con políticas sociales fuertes, y que en 1954 cambió el modelo económico, de nuevo, a uno de libre mercado, que con importantes enmiendas se ha mantenido hasta la actualidad. La cuarta y última etapa comienza con la emisión de la Constitución Política de 1985, en vigor.
¿Cuál es la sustancia general de la economía en Guatemala y que continúa vigente?
Uno de los aspectos más llamativos, desde que Guatemala fue provincia de España durante tres siglos, fue la búsqueda de algún producto de exportación que diera sostén a la economía. De esa manera se cultivó cacao, añil, grana o cochinilla y café. En los siglos XX y XXI, banano, algodón, azúcar, hule, cardamomo y palma africana. Algunos productos desaparecieron.
¿Qué medida económica de la Colonia considera más injusta y que tiene su analogía actual, y por qué?
Durante la época colonial se cometieron injusticias, especialmente en el trato de las relaciones laborales, y aunque la corona española prontamente trató de corregir esos problemas, por la distancia y falta de supervisión no tuvieron éxito. En la época liberal, a partir de 1871, se establecieron leyes que obligaban al trabajo forzoso y que resultaban injustas. En la actualidad, muchas de esas injusticias están superadas y existen leyes estipuladas por la Organización Internacional del Trabajo que han logrado avances importantes.
A su parecer, ¿qué presidentes tomaron la peor y la mejor decisión en materia económica?
Para determinar qué presidentes tomaron la peor y mejor decisión habría que hacer un benchmarking —evaluación comparativa—, que yo no he hecho. Sin embargo, de lo que viví desde el final del gobierno de Jorge Ubico (1931-1944) hasta la actualidad, las mejores decisiones se tomaron en el gobierno del coronel Enrique Peralta Azurdia (1963-1966), no solo porque emitió 473 decretos leyes, muchos de ellos de carácter económico, sino porque estuvo rodeado de ministros de Estado de honorabilidad y honradez totales.
José Molina Calderón ha escrito libros sobre la historia económica de Guatemala, entre estos: -Política económica de 50 presidentes de Guatemala (1831-2021), que se puede adquirir en Sophos, Piedrasanta, DeMuseo y Artemis y Edinter. -Empresas Familiares en Guatemala: 50 casos en 200 años (2019) y Guatemala: un siglo y seis lustros de banca, bancos y banqueros (2007), ambos de venta en Sophos, y el último también en Fundación Ramiro Castillo Love. -El IGSS, a 73 años de funcionamiento 1946-2019 (2019). -De trapiche a ingenio. La aventura de una empresa familiar. Ingenio La Unión (2005) y Administración de empresas agrícolas.
¿Qué características tienen las empresas familiares, que representan el 80% de las compañías en Guatemala?
Determinar cuántas empresas familiares hay en Guatemala lo hizo el Banco de Guatemala hace algunos años. Contabilizó 219 mil 675 empresas, de las cuales la microempresa arroja 175 mil 466 organizaciones, con el 80% del total. La mediana empresa sumó 43 mil 395, el 19.7% del total. Las grandes empresas constituyen 604 compañías, el 0.03% del universo de empresas del país. En distintos estudios, tanto en Guatemala como en muchos países, se calcula que el 80% de las empresas son familiares. Algunas eran monopolios, pero con la apertura comercial ahora tienen competencia.
¿Qué circunstancias hacen que fracasen las empresas familiares?
Lo más común son los pleitos de la familia, que se trasladan al negocio. El no saber manejar las diferencias hace que se produzcan situaciones irreconciliables. Joan Ginebra —empresario, escritor y catedrático español—, quien me instruyó en estos temas, decía que una buena empresa familiar no puede arreglar una familia desordenada, y es seguro que una familia desorganizada destrozará una buena empresa familiar.
En su libro Empresas familiares en Guatemala, 50 casos en 200 años, ¿a qué atribuye que una empresa familiar pueda compararse con una “mecha encendida para una bomba poderosa”?
La empresa familiar es la combinación del negocio en sí, que se refiere al dinero, con la familia, en la que hay vínculos sanguíneos. Por eso la mezcla de dinero con la sangre puede ser una mecha encendida para una bomba poderosa. Es un tema de dinero y poder de mando.
¿Qué tipo de empresas ha tenido mayor éxito en Guatemala a lo largo de estos dos siglos, y por qué?
No hay un solo tipo de empresas que hayan logrado la continuidad, sino más bien han sido aquellas familias que han sabido organizar la sucesión de la primera a la segunda generación, que es muy compleja, y luego las subsiguientes. De estas hay agrícolas, industriales, alimenticias, de bebidas y extractivas, principalmente.
El éxito se logra estableciendo reglas que se plasman en un documento que se llama Carta Magna Familiar, equivalente a la Constitución Política de Guatemala. De esta manera se determina la gobernanza, tratando sobre los derechos de la familia, la forma de gobierno, los derechos sucesorios, las relaciones con los cónyuges, así como el Consejo de Familia, que traza las grandes líneas, tanto para la empresa familiar como para la participación de los miembros en el negocio.
Me comentaba en una ocasión que proviene de una familia numerosa. ¿Cuáles son sus orígenes y sus miembros más destacados?
Mis abuelos, tanto maternos como paternos, provienen de Malacatancito, Huehuetenango. Mi abuelo paterno, Santiago Molina Mazariegos, nació pobre, en un caserío de Malacatancito, pero a base de trabajo y sentido de negocios construyó una empresa familiar importante a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Las dos familias procrearon 24 hijos, 16 por Molina Calderón y ocho por Calderón Barillas. Crecimos, juntos, cerca de 70 primos.
Mi abuelo paterno tuvo fincas pequeñas, un molino de trigo y prestaba dinero a interés en una época en la que no había bancos en la provincia. Envió a la mayor parte de los varones a estudiar al extranjero y varias de las hijas fueron maestras de Educación Primaria. Falleció durante la Gran Depresión de 1930 y heredó el molino a las hermanas, que lo convirtieron en una empresa familiar 100% femenina. Todos los demás hijos varones fueron comerciantes o profesionales, como mi papá, cirujano dentista. El más destacado agricultor y ganadero fue Óscar Molina Monzón, quien se trasladó a San Marcos y estableció una industria agroindustrial que ha llegado activa hasta nuestros días.
Perfil
- José Molina Calderón tiene más de 50 años de experiencia en asuntos económicos.
- Se graduó de economista en la Universidad San Carlos de Guatemala, en 1966.
- Realizó investigaciones económicas en el Banco de Guatemala (1961-1969).
- Fue gerente general del Ingenio la Unión durante 25 años.
- En el 2018 concluyó un período de 50 zafras en la agroindustria del azúcar.
- Ha sido director de entidades no lucrativas y es consultor de empresas familiares.
- Ha sido columnista de Prensa Libre desde hace 38 años.