Fue el domingo 22 de marzo de 2015 cuando una turba linchó a Eliseo Chuy Muxín, 25, y a Marvin Fidel Santizo, 25, en la aldea Chaquiyá.
Un menor, cómplice de los señalados, también fue vapuleado y en estado delicado fue trasladado a un hospital de la cabecera de Chimaltenango.
Ese día la Policía Nacional Civil (PNC) reportó el robo del picop de un vecino y testigos vieron en qué vivienda habían ingresado los delincuentes, así que dieron el aviso.
Agentes de la PNC sitiaron la residencia y esperaban una orden de juez para allanarla; sin embargo, una turba de unos 200 pobladores irrumpió en la casa.
Al ingresar al inmueble comprobaron que el picop que había sido robado estaba siendo desamantelado, lo cual desató la ira de los pobladores.
La turba vapuleó y prendió fuego a Eliseo Chuy Muxín en el interior de la vivienda, mientras que a Marvin Fidel Santizo lo sacaron de la residencia, le ataron un lazo en el cuello y lo colgaron de la rama de un árbol.
Los pobladores también quemaron dos vehículos propiedad de los señalados y causaron destrozos en la vivienda.
La versión que surgió en el lugar de los incidentes fue que los linchados se dedicaban a la venta de chatarra para encubrir el robo de carros.
Linchamientos
Según estadísticas del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), de 2008 a mayo de 2017 fueron vapuleadas 1 mil 490 personas, de las cuales murieron 323 y las demás quedaron heridas, acusadas de haber cometido algún ilícito.
En ese periodo, Guatemala fue el departamento que registró más casos de linchamientos, con 22 muertes.
