Algunos testigos del accidente indicaron que el piloto, Juan Brito, perdió el control del autobús al llegar al final de una cumbre, donde derrapó y cayó al barranco.
Miguel Gómez, uno de los pasajeros, relató que vio cuando el piloto del bus trató de esquivar uno de los agujeros que hay en la ruta sin percatase que estaba muy cerca de la orilla, lo que causó que perdiera el control del automotor y cayera al fondo del barranco de 150 metros de profundidad. “Solo recuerdo que dimos varias vueltas y finalmente los gritos y quejidos de todos los heridos”, expresó.
Gómez dijo que la carretera está en muy malas condiciones y en varias partes del recorrido la camioneta prácticamente rebotaba entre los agujeros y zanjas, formadas por la lluvia. Agregó que las autoridades “nunca le ponen atención a los caminos del área rural”.
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En el lugar del percance, socorristas continúan trabajando, pues algunos pasajeros podrían haber salido expulsados del transporte y permanecer heridos entre matorrales, dijo el socorrista Molina.
Vicente Brito, vecino de Sumalito, dijo que pasaba por el sector con su familia cuando escucharon los gritos de auxilio de los pasajeros del bus, bajaron hasta donde estaba la camioneta y observaron a muchas personas heridas. “Mi hermano y mi primo me acompañaban y empezamos a sacar a los heridos que se podían mover, al llegar nuevamente a la carretera empezamos a pedir ayuda a otros pilotos quienes también descendieron al lugar; nosotros trasladamos a tres personas, todos tenían mucha sangre”, comentó.
Según socorristas, la carretera que conduce a Sumalito es una de las más peligrosas en Nebaj pues es de terracería y se encuentra en malas condiciones debido a las lluvias de los últimos días.
Víctimas
- Miguel de León, de 62 años
- José Bernal, 51
- Cristóbal Brito Ramirez, 48
- Antonio Pérez, 19
- Juana Herlinda Gómez Brito, 16
Los cuerpos de las víctimas fueron llevados a la carretera, donde fiscales del Ministerio Público de Nebaj realizan las diligencias necesarias.
Como es costumbre en la región, los familiares se opusieron a que los restos fueran llevados a la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, en Santa Cruz del Quiché, para realizarles las necropsias aduciendo que está muy lejos y no podrían pagar el costo del traslado de los cuerpos pues sería alto, señaló uno de los familiares de las personas fallecidas.
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