“El contexto del país es complicado. Hay mucho machismo y uno como mujer, al meterse en el ambiente arbitral, tiene un reto fuerte que debe aprender a manejar para demostrar que es posible romper estereotipos”, dijo.
“Creo que hombres y mujeres pueden ejercer la misma profesión, siempre y cuando haya preparación y entrega”, agregó la réferi de 29 años.
El camino
La pasión de Heidy por el arbitraje creció en el 2009, cuando cursó la carrera de Magisterio en Educación Física. Después de haber recibido su primer gafete árbitro Fifa, empezó a especializarse como juez de línea, papel que la ha llevado a participar en varios torneos internacionales como clasificatorias mundialistas femeninos, premundiales juveniles y los Juegos Centroamericanos de Costa Rica, en el 2013, en donde participó en la final entre el anfitrión y El Salvador.
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“El arbitraje es mi pasión. Además de ser mi fuente de ingreso, me ha dado la oportunidad de conocer a muchas personas y lugares que no imaginaba. También me ha servido para demostrar que las mujeres pueden desarrollarse en cualquier ámbito”, añadió.
La oportunidad de silbar en Barranquilla le abre nuevos desafíos a Nimatuj, quien sueña con llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“Este es un gran reto para mí. Vamos a hacer lo mejor que se pueda para dejar bien el arbitraje guatemalteco. También sé que es un trampolín para avanzar en el ciclo olímpico para llegar a los Panamericanos”, agregó Nimatuj, quien está por cerrar la Licenciatura en Trabajo Social, en la Universidad de San Carlos de Guatemala.
El referato guatemalteco también tendrá otros dos exponentes en Barranquilla, Colombia; Mario Escobar y Bryan López.
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