Martínez explicó que, a juicio de la firma, los factores que impactaron a la banca en el 2017 fueron el crecimiento crediticio, que estuvo influenciado por el entorno económico y político del país.
Además de que ante eventos de inestabilidad y aumento de la incertidumbre se pudo haber reducido la dinámica económica, provocando un impacto al crecimiento del crédito, y se observó una desaceleración importante en la cartera. La incertidumbre contribuyó a que las entidades otorgaran menos préstamos, reiteró.
La Superintendencia de Bancos de Guatemala respondió que “de acuerdo con la opinión de Fitch Ratings, la expansión de los préstamos se vio afectada por el entorno económico del país, caracterizado por una atmósfera política inestable.
No obstante, reconoce que la perspectiva del sector se mantendrá estable en 2018. A la fecha, el sistema bancario en su conjunto, se encuentra líquido, sólido y solvente”.
“Los bancos tuvieron la habilidad para adaptarse al entorno desafiante, mantener una rentabilidad, adecuada, estable, y se enfocaron en su segmento principal que fue el empresarial y corporativo”, aseguró Martínez.
No obstante, dijo, para este año se proyecta un crecimiento bajo, con una tasa de crecimiento máximo del 10% en préstamos.
Los retos para este año siguen siendo los eventos políticos que podrían resurgir y el acercamiento a una coyuntura electoral, concluyó Martínez.
“hay liquidez”
¿Cómo reciben esta calificación?
Las utilidades de los bancos están bien, los ratios —apalancamiento— de capital que marca la solidez mejoraron y la mayoría de los bancos no distribuye las utilidades y fortalecen su capital, lo que es bueno. Se está reservando para contingencias ante posibles pérdidas en créditos y los bancos están líquidos.
¿Cómo ven el año?
Estructuralmente los bancos están bien, pero lo que se necesita es crecimiento económico y las entidades tienen la capacidad para poder prestar.
¿Cuál es el sentimiento del sector?
Que el inversionista o tomador de decisiones se sienta cómodo, atraído para la inversión, y eso se puede lograr aprobando una serie de leyes económicas para ampliar la capacidad crediticia a las pequeñas y medianas empresas. Hay planes del Ministerio de Economía para facilitar que las empresas que están en la informalidad se inserten en la formalidad.