“Separar a los niños de sus padres es inmoral y extremadamente dañino para su desarrollo futuro”, añadió Acevedo, opinión con la que coincidieron en la misma conferencia el jefe de policía de Storm Lake (Iowa), Mark Prosser, y el de Mashalltown (Iowa), Mike Tupper.
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Donald Trump puso este miércoles fin a la separación de los niños migrantes de sus padres en la frontera sur, pero no resolvió la situación de los más de dos mil 300 menores que ya han sido alejados de sus progenitores.
En lugar de ser separados de sus padres al cruzar la frontera, como ocurría desde abril, a partir de ahora los niños indocumentados serán retenidos indefinidamente junto a sus familiares en centros de detención de inmigrantes, según la orden firmada por el mandatario.
Para el jefe de policía Prosser, esta medida “sigue alejando” a la Administración Trump de los valores históricos estadounidenses en cuanto a inmigración y familias.
Las polémicas separaciones familiares se iniciaron en abril a raíz de la política de “tolerancia cero”, impulsada por el fiscal general, Jeff Sessions, para combatir la inmigración irregular.
Esa política lleva a presentar cargos penales contra cualquier adulto que cruza ilegalmente la frontera, y el inicio de ese proceso por la vía penal llevaba a separarles de los niños con los que hubieran viajado.
Según Tupper, que lleva 26 años al frente del Departamento de Policía de Storm Lake, las políticas de “tolerancia cero”, sea en el ámbito que sea, “no funcionan”.
“Los agentes de la ley debemos servir a las comunidades enteras, independientemente de su origen o su estatus migratorio. Debemos velar por su seguridad e integridad”, apuntó Tupper.
Una gran parte de los inmigrantes que llegan a la frontera sur del país lo hacen huyendo de la violencia de sus países de origen y pidiendo asilo en las oficinas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) situadas en el linde con México.
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Sin embargo, según Trump, estos migrantes entran a territorio estadounidense “en base a la frase legal que se les dice que digan como su contraseña”, un comentario que el jefe de policía Acevedo reprobó al mandatario.
“Te puedo asegurar que la inmensa mayoría de los que dicen que están escapando de violencia no se lo inventan, viven en condiciones muy peligrosas”, indicó Acevedo, que citó numerosas investigaciones de su departamento en países como México y Guatemala para fundamentar su afirmación.
Poco después de la llamada de los jefes de policía, Trump dijo durante una reunión con su gabinete que pedirá a su Gobierno que actúe para reunificar a las familias inmigrantes que han sido separadas desde el pasado mes de abril, una situación que afecta a más de dos mil 300 niños.
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