Guatemala

Mujer y su familia luchan por sobrevivir con Q500 al mes

Entre lágrimas, Juana Osorio López, quien quedó viuda hace varios años, narra lo difícil que es conseguir Q500 al mes para sobrevivir ella, sus cinco hijos y un primo.   

Juana Osorio López junto a sus cinco hijos se ven afectados por la extrema pobreza en Santa Cruz del Quiché. (Foto Prensa Libre: Óscar Figueroa).

Juana Osorio López junto a sus cinco hijos se ven afectados por la extrema pobreza en Santa Cruz del Quiché. (Foto Prensa Libre: Óscar Figueroa).

Osorio, de 46 años, vive en una humilde vivienda ubicada en el cantón Chuacamán Primero, en Santa Cruz del Quiché, Quiché, donde junto a su familia debe luchar contra la pobreza extrema que les afecta, ya que cuando les va bien, logran juntar la referida cantidad al mes para sufragar los gastos familiares.  

En su casa construida de adobe y mientras sus hijos juegan en el patio, doña Juana como la llaman sus vecinos, indica que su precaria situación se agrava  debido a una úlcera gástrica que padece, sumado a que su hija María Magdalena Chic Osorio, 15, es de capacidades diferentes. 

Explica que gracias  a la venta de chuchitos  y lavado de ropa ajena, en ocasiones logra  obtener  Q300 al mes; mientras que su primo Pedro Tum Osorio,  29, quien a su eventual trabajo en albañilería, consigue Q200 al mes, con lo que suman Q500.  

“Con Q500 tengo que luchar para darles de comer y estudio a mis cinco hijos”, expresó la viuda, cuyo esposo murió arrollado hace varios años.

Sin ayuda

La angustiada madre indicó que no reciben ningún tipo de ayuda; además, ella y Tum son   analfabetas, lo que les dificulta conseguir un empleo formal que les ayude a sufragar las necesidades de la familia.

“De los Q500 que juntamos con Pedro al mes, destino Q400 para la alimentación diaria de siete bocas ¿pero qué puedo comprar con eso para cada tiempo de comida?  Por eso es que la mayoría de veces sólo comemos una vez al día”, afirmó doña Juana, entre lágrimas.

La entrevistada añadió que de los restantes Q100 que dispone, emplea la mitad para el pago de energía eléctrica y la otra mitad para el pago del servicio de agua entubada. Resalta que por fortuna, la vivienda que habitan es propia, ya se la heredó su difundo esposo.

Precaria situación

“No dispongo de dinero para comprarle ropa y útiles escolares a mis hijos, sino fuera por la silla de ruedas y medicina para mi hija María Magdalena que me regaló la Comisión Departamental de Discapacidad  de Quiché, no sé qué sería de ella”, afirmó Osorio.

Elena Girón, subcoordinadora de la referida comisión y coordinadora departamental de previsión social del Ministerio de Trabajo, indicó que a título personal se solicitó la silla de ruedas y medicina  ante la Asociación Española Medicamentos Solidarios.

“La condición de pobreza extrema de doña Juana y su familia es agobiante.  Ojalá alguna Organización no Gubernamental o institución de Gobierno pueda ayudar a esta familia y a muchas otras que padecen circunstancias similares”,  concluyó Girón.

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