Una mujer señalada de haber robado ropa típica en San Antonio Ilotenango, Quiché, fue azotada por las autoridades indígenas, luego esta pidió perdón a la población por su falta y fue advertida de que no regrese al municipio.
Se trata de Tomasa Tzoc Tipaz, de 35 años, quien fue detenida la tarde del martes último por un grupo de vecinos, acusada de haber robado dos cortes típicos.
Tzoc era acompañada de dos hombres que huyeron; sin embargo, ella fue entregada a las autoridades indígenas que la llevaron a Pacajá, Santa Cruz del Quiché, de donde es originaria y para que informara dónde se ubican las casas de sus supuestos cómplices, quienes no fueron localizados.
A eso de las 11.30 horas de este miércoles, la señalada fue llevada al campo de futbol de San Antonio Ilotenango a donde fueron convocados los vecinos, quienes ocuparon los graderíos y observaron cómo Tzoc Tipaz fue obligada a movilizarse de rodillas.
María Lucas, alcaldesa indígena de Santa Cruz del Quiché, le descubrió la espalda y posteriormente procedieron a azotarla 15 veces, cinco azotes se los propinó su madre y los otros 10 la alcaldesa indígena, los cuales fueron los más fuertes, pues la mujer gritara de dolor.
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Mientras esto sucedía, decenas de vecinos buscaban el mejor ángulo para grabar las imágenes con sus teléfonos celulares.
Luego de haber sido azotada Tomasa Tzoc abrazó a su madre con evidente dolor por los azotes y después se dirigió a los presentes pidiéndoles perdón por su falta.
Lucas, la alcaldesa indígena, entregó a la señalada a su madre y ambas se retiraron del lugar no sin antes informarle a Tomasa que, si la veían nuevamente por San Antonio Ilotenango, las autoridades indígenas no se responsabilizaban de su seguridad.
Juan Zapeta, alcalde indígena de Santa Cruz del Quiché, explicó que son cinco azotes por la ofensa a la madre tierra y al creador, cinco por la ofensa al pueblo y cinco más por la ofensa a la víctima. Añadió que están pendientes de capturar a dos hombres que serían cómplices de la azotada.
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José Ajpop, alcalde indígena de San Antonio Ilotenango, manifestó que el castigo impuesto es un claro ejemplo para la población, pues no tolerarán delincuencia en ese municipio.
“El castigo se ve fuerte, pero es necesario, permitimos que los niños lo vean para que comprendan que no tienen que hacer cosas malas, le pedimos a los delincuentes que no vengan a este municipio, aquí no linchamos, pero tampoco garantizamos controlar a la población ante un hecho más grande”, advirtió.
Ajpop informó que esta es la segunda mujer que es azotada en San Antonio Ilotenango, la primera fue hace dos años, “aquí no nos importa si es hombre o mujer, si cometen un delito serán juzgados de la misma forma, nosotros no los entregamos a la Policía Nacional Civil porque la gente confía más en sus autoridades comunitarias”, afirmó.
Flavio Ruiz, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos en Quiché, dijo que esta práctica lamentablemente se ha generalizado en el departamento, debido a la ausencia del Estado en muchos municipios de Quiché, sumado los pocos agentes de la PNC.
Ruiz añadió que solo hay tres oficinas del Ministerio Público para todo el departamento y pocos tribunales, lo que según él, hace que los vecinos hagan justicia con sus propias manos.