5 beneficios inusuales del vino tinto para tu salud, que tal vez no conocías (o necesitabas otra excusa para beberlo sin culpas).
Sin embargo, una cosa realmente importante: para obtener este aumento de bienestar debes dejar de beber después de una copa de cinco onzas. De lo contrario, dice Geerts, te perderás los beneficios saludables y aumentarás el riesgo de tener una resaca seria al día siguiente.Y todos sabemos que la cruda de vino es la peor.
Ten en cuenta que un poco de vino es todo lo que necesitas para obtener beneficios masivos respaldados por la ciencia.
Aquí más datos divertidos sobre los poderes mágicos del vino tinto:
En un estudio de 2014 publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, los investigadores encontraron que el vino tinto (incluso el que no contiene alcohol) mata a las bacterias causantes de caries aún más que los enjuagues bucales con alcohol. Supongo que traer la lengua morada no suena tan mal después de todo, ¿eh?
Suena raro, pero parece ser legítimo. En una revisión reciente de casi 80 estudios publicados en la revista Diseases, los investigadores sugieren que los flavonoides, un antioxidante que se encuentra en el vino tinto, podría reducir los síntomas de alergia y asma. Se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos, pero bueno, suena prometedor.
En un estudio algo grosero de 2017, los investigadores hicieron un link entre los metabólicos del intestino humano derivados del vino, o la sustancia que se forma después de que tu cuerpo digiere el vino y sale en tu excremento, al deterioro de las células neurológicas. Por suerte sucede algo extraño, los metabólicos evitan que las celular mueran. Voilà!
Si bien el consumo excesivo de alcohol se ha asociado con problemas de salud mental, mantener su investida de vino entre dos y siete vasos de cinco onzas a la semana en realidad podría disminuir sus probabilidades de desarrollar el trastorno, según un estudio de 2013 publicado en la revista BMC Medicine.
En un estudio de 2015 publicado en la revista Annals of Internal Medicine, los científicos asignaron a 224 pacientes con diabetes tipo 2 a uno de tres grupos. El primer grupo (y el más afortunado) recibió instrucciones de beber 5 onzas de vino tinto con la cena todas las noches durante dos años. El segundo (y el segundo más afortunado) tuvo que beber cinco onzas de vino blanco. El último grupo bebió agua mineral. El final del estudio, los investigadores encontraron que los que bebían vino tenían un mejor control del nivel de azúcar en la sangre que los que consumían agua. Además, el grupo de vino tinto mejoró sus niveles de colesterol.