Epílogo de un rapto: la desaparición de un niño en Salamá que tuvo a las redes en vilo
Martes 18 de mayo, 11 de la mañana. Mientras estaba en su casa del barrio Agua Caliente, en Salamá, un chico de 11 años fue raptado por tres hombres armados a bordo de una camioneta con los vidrios polarizados y sin matrícula al frente.
Las imágenes de lo ocurrido, captadas por una cámara de seguridad ubicada en la fachada de la casa, se viralizaron en redes sociales.
La cabecera departamental de Baja Verapaz, sin embargo, parecía no inmutarse de lo ocurrido. La calma se mantenía y, aunque la Policía Nacional Civil aseguraba estar en operativo de búsqueda, el patrullaje no se hacía evidente.
El Ministerio Público puso el caso bajo reserva; se activó una alerta Alba-Kenneth por desaparición de menores, pero sin publicar boletín, por resguardar a los familiares. Casi 40 horas después, a tres cuadras de la casa, en el mismo barrio, apareció el chico; sin rasgos de violencia ni intercambio por dinero.
¿Cómo manejaron las autoridades la situación? ¿Qué ocurre en las horas inmediatamente posteriores a un rapto? ¿Qué diferencia hay entre rapto y secuestro?