Esta vitamina, sin embargo, posee diversas funciones, como combatir la obesidad y regular las hormonas, así como reducir los riesgos de hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer.
Como es responsable de ayudar al organismo a absorber minerales y mantener los huesos fuertes, la vitamina D es conocida por evitar la osteoporosis (enfermedad que adelgaza y debilita los huesos) al regular los niveles de calcio y fósforo en sangre.
La forma más segura de saber si tienes deficiencia de esta vitamina es realizarte un examen de sangre llamado 25(OH)D, que mide los niveles del nutriente en el organismo y puede ser solicitado por un médico.
Además, también existe una aplicación llamada “Vitamin D Calculator” en donde colocas de manera diaria cuáles fueron tus comidas, cuánto tiempo estuviste expuesto al sol, y demás. La aplicación hace los respectivos cálculos y luego determina cual fue tu dosis diaria de Vitamina D.
Un adulto joven debe recibir un promedio de 2000 UI (unidad internacional, el equivalente a 0,025 mg) de vitamina D por día. Su consumo es bastante difícil de medir en el día a día, pero es posible obtener el nutriente de formas simples.
Los humanos obtenemos aproximadamente un 80 % de la vitamina D a través de la exposición de la piel a la luz solar. Por lo tanto, permanecer 70 minutos por semana bajo el sol ya puede proveerte la cantidad necesaria de vitamina D. El 20 % restante puede conseguirse por medio de la alimentación, con comidas como el salmón, los huevos y el hígado, entre otros.