George Floyd, el hombre afromericano cuya muerte a manos de un policía blanco ha sido el detonante de las protestas de la última semana en EE. UU., dio positivo por COVID-19 el 3 de abril, casi dos meses antes de fallecer ya sin síntomas, según nuevos datos de la autopsia difundidos este miércoles.
Teniendo en cuenta que cuando se firmó la Constitución de Estados Unidos -hace 233 años, 76 antes de la abolición de la esclavitud- se consideraba que un individuo negro contaba como tres quintos de uno blanco, se pensaría que el panorama para los afroestadounidenses ha mejorado notablemente.
La muerte del afroamericano George Floyd ha causado protestas contra el racismo en muchas ciudades de los Estados Unidos.
El general William J. Walker, comandante de la Guardia Nacional de la capital estadounidense, dijo que también ordenó una inmediata investigación.
Estados Unidos arde y las llamas han revivido un asunto que el país lleva siglos sin resolver: el racismo.
La muerte de George Floyd al momento de su arresto en Minneapolis, Estados Unidos, encendió al país y volvió a poner de manifiesto un grave problema en la nación más rica del mundo: el racismo y la brutalidad policial.