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“Increíblemente preocupante”: Qué dice el nuevo estudio que alerta sobre el deshielo en Alaska

La velocidad del deshielo del campo de hielo de Juneau, una extensión de mil 50 glaciares interconectados, se ha duplicado en las últimas décadas, según han descubierto los científicos.

El extremo pedemontano del glaciar Taku, uno de los más de mil glaciares del campo de hielo de Juneau, en el sureste de Alaska. (Foto Prensa Libre: Bethan Davies via The New York Times).

El extremo pedemontano del glaciar Taku, uno de los más de mil glaciares del campo de hielo de Juneau, en el sureste de Alaska. (Foto Prensa Libre: Bethan Davies via The New York Times).

Una de las mayores zonas de glaciares interconectados de Norteamérica se está derritiendo el doble de rápido de lo que sucedía antes de 2010, según afirmó el martes un equipo de científicos, en lo que calificaron como una señal “increíblemente preocupante” de que el hielo terrestre en muchos lugares podría desaparecer incluso antes de lo que se pensaba.

El campo de hielo de Juneau, que se extiende por las montañas costeras de Alaska y la Columbia Británica, perdió 5.9 kilómetros cúbicos de hielo anuales entre 2010 y 2020, estimaron los investigadores. Se trata de una fuerte aceleración con respecto a las décadas anteriores, e incluso mayor si se compara con la mitad del siglo XX o antes, según los científicos. En total, el campo de hielo ha perdido una cuarta parte de su volumen desde finales del siglo XVIII, el cual formó parte de un periodo de expansión glaciar conocido como la Pequeña Edad de Hielo.

Según Bethan Davies, glacióloga de la Universidad de Newcastle en Inglaterra, quien dirigió la nueva investigación, a medida que las sociedades liberan a la atmósfera cada vez más dióxido de carbono, que calienta el planeta, los glaciares de muchas zonas podrían cruzar puntos de inflexión a partir de los cuales su deshielo se aceleraría rápidamente.

“Si reducimos el carbono, tendremos más esperanzas de conservar estas maravillosas masas de hielo”, afirmó Davies. “Cuanto más carbono introduzcamos, más nos arriesgamos a que desaparezcan por completo de forma irreversible”.

Las conclusiones de los científicos se publicaron el martes en la revista Nature Communications.

El destino de los hielos de Alaska tiene una enorme importancia para el mundo. En ninguna otra región del planeta se prevé que el deshielo de los glaciares contribuya más al aumento global del nivel del mar este siglo.

El campo de hielo de Juneau cubre unos 3 mil 800 kilómetros cuadrados de paisaje escarpado al norte de Juneau, la capital del estado. La región se ha vuelto más cálida y lluviosa en el último medio siglo, lo que supone una temporada de deshielo más larga para los glaciares y menos nieve para reponerlos.

El campo de hielo incluye 1 mil 50 glaciares. O al menos así era en 2019.

Para reconstruir cómo evolucionó el hielo en los dos siglos y medio anteriores, Davies y sus colegas combinaron décadas de mediciones de glaciares con información de imágenes de satélite, fotografías aéreas, mapas e inspecciones. Analizaron los anillos de los árboles y la turba para comprender el entorno del pasado. También salieron al hielo para verificar lo que veían desde los satélites.

Los cambios que han descubierto son radicales.

Según los científicos, todos los glaciares del campo de hielo retrocedieron entre 1770 y 2019.

Más de cien glaciares desaparecieron por completo. Se formaron casi 50 nuevos lagos al derretirse los glaciares y acumularse el agua.

Los científicos también descubrieron que el ritmo de pérdida de volumen del campo de hielo disminuyó ligeramente a mediados del siglo XX. Recuperó el paso a partir de 1979 y se aceleró aun más a partir de 2005.

Esta aceleración, según los científicos, podría tener que ver con la forma en que la blancura del hielo —su albedo, como lo llaman los glaciólogos— afecta al deshielo y viceversa. A medida que disminuyen las nevadas, quedan expuestas más rocas y cantos rodados en el hielo. Estas superficies de color oscuro absorben más radiación solar, lo que hace que el hielo a su alrededor se adelgace aun más rápido. El turismo y los incendios forestales también depositan hollín y polvo en la superficie del glaciar, lo que acelera aun más el deshielo.

Otro factor, según Davies y sus colegas, es que a medida que el campo de hielo se adelgaza, una mayor parte de su área se encuentra a menor altitud. Esto expone una mayor parte de su amplia y plana superficie al aire más cálido, lo que hace que se adelgace aun más rápido.

Según Martin Truffer, físico de la Universidad de Alaska Fairbanks que no participó en el nuevo estudio, los científicos saben que el deshielo de los glaciares se ve afectado por este tipo de retroalimentación que se refuerza a sí misma. En general, sin embargo, los modelos de cambio de los glaciares aun no incluyen suficientemente estas complejidades físicas, dijo Davies. “Si quieres saber cómo se comportará este campo de hielo, tienes que saber que la física es realista”, afirmó.

No obstante, la ciencia avanza con rapidez, añadió. El año pasado, los investigadores publicaron proyecciones sobre la evolución de todos los glaciares de la Tierra en función de lo que la humanidad haga, o deje de hacer, con respecto al calentamiento global.

El logro científico fue significativo, aunque la conclusión no fuera alentadora. Según las proyecciones, incluso si las naciones cumplen el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius por encima de las condiciones preindustriales, aproximadamente la mitad de los glaciares del mundo, unos 104 mil, podrían haber desaparecido para el 2100.

El glaciar Taku y una meseta plana del campo de hielo de Juneau. (Foto Prensa Libre: Bethan Davies via The New York Times).

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