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Por qué un Kennedy es el elemento sorpresa en las elecciones de EE. UU.
Según las encuestas, Robert F. Kennedy Jr. será definitorio, impulsado por los votantes jóvenes y las redes sociales.
Robert F. Kennedy Jr., un candidato presidencial independiente, hace campaña en Austin, Texas, la noche del lunes 13 de mayo de 2024. (Jordan Vonderhaar/The New York Times)
Las encuestas revelan que Robert F. Kennedy Jr. está obteniendo mejores resultados que cualquier otro candidato de un tercer partido en décadas, con cerca del 10 por ciento de los votantes registrados en los estados más disputados, mientras le resta apoyo al presidente Joe Biden y al expresidente Donald Trump.
Los resultados generales de la contienda entre Biden y Trump no variaron casi nada cuando se incluyó a Kennedy en las encuestas realizadas por The New York Times, Siena College y The Philadelphia Inquirer. Pero bajo la superficie de esa aparente estabilidad, las encuestas revelaron cómo Kennedy, impulsado por las redes sociales y los votantes más jóvenes, emerge como un impredecible elemento que definirá lo que de otro modo sería una revancha en 2020.
A menos de seis meses de las elecciones, la facción del electorado que desde ahora demuestra su apoyo a Kennedy expone algunas de las vulnerabilidades al interior de la coalición demócrata del presidente. Biden cayó hasta el 33 por ciento en una contienda de cinco candidatos, un porcentaje de voto tan bajo que resulta alarmante para un presidente en el cargo. La serie de sondeos se centró en los que se espera que sean los estados más disputados este otoño: Arizona, Georgia, Míchigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.
Dos de los grupos donde Kennedy se mostró más fuerte en las encuestas —los electores menores de 30 años (18 por ciento de apoyo) y la comunidad latina (14 por ciento)— suelen ser electores demócratas sólidos, lo que inquieta a algunos estrategas del partido. Además, Biden solo tiene el apoyo de la mitad de los votantes negros en la contienda de varios candidatos.
El evidente impulso de Kennedy proviene del auge de las redes sociales y de la posibilidad de comunicar su mensaje directamente a los votantes. Entre los aproximadamente 1 de cada 6 votantes que afirmaron consumir la mayor parte de sus noticias a través de las redes sociales, Kennedy obtuvo el 16 por ciento de los votos, casi igual al 18 por ciento de Biden.
Entre los electores independientes cruciales, Kennedy tuvo un 16 por ciento de apoyo. Pero sus seguidores afirman que están mucho menos comprometidos con él que los partidarios de Biden o Trump, y es menos probable que voten.
“Lo apoyaría como una especie de voto de protesta”, dijo Benjamin Sandoval, de 21 años, estudiante de la Universidad de Míchigan originario de Ecuador, quien describió a Biden como “débil” y a Trump como un “mal hombre”.
La mitad de los partidarios de Kennedy dijeron que votaban principalmente por él y casi la mitad dijeron que su apoyo era sobre todo un voto contra los otros candidatos.
En general, Trump lidera por 6 puntos porcentuales en una carrera de tú a tú con Biden. Trump ganaba por 7 puntos si se incluía a Kennedy y a otros tres candidatos de un tercer partido. Ninguno de esos otros tres candidatos superaba el 1 por ciento.
Las encuestas a los candidatos de terceros partidos han sido muy complicadas, e históricamente, su apoyo ha disminuido a medida que se acercan las elecciones y crece la realidad de que desempeñan el papel de aguafiestas. De hecho, el apoyo a Kennedy es ya menos de la mitad de lo que era en la anterior encuesta de otoño, aunque es muy probable que se deba, al menos en parte, a un cambio en el orden de las preguntas.
Las encuestas muestran una clara división generacional: Kennedy obtuvo más del doble de apoyo (15 por ciento) entre los votantes menores de 45 años que entre los mayores de esa edad (7 por ciento). Kennedy, de 70 años, es más joven que Trump, de 77, y que Biden, de 81, pero, de ser elegido, seguiría siendo uno de los presidentes de más edad en la historia de Estados Unidos.
Kennedy entró a la contienda de 2024 como demócrata frente a Biden y recibió una cobertura favorable en los medios de comunicación conservadores. El tenor ha cambiado ahora que también amenaza a Trump.
Parece que también está desviando el apoyo de algunos electores naturales de Trump, quien obtuvo un 13 por ciento de apoyo entre los votantes que dijeron que los sistemas político y económico del país necesitan ser derribados por completo.
Con su famoso apellido demócrata, Kennedy surge como una fuerza imprevisible en unas elecciones que los estrategas de ambos partidos prevén muy reñidas. Es una posible salida para los votantes frustrados con Biden pero que no están preparados para dar el salto a Trump y una opción para aquellos descontentos con Trump pero que no están dispuestos a votar por Biden.
El sondeo no fue una sola encuesta, sino seis diferentes en Arizona, Georgia, Míchigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin. Biden ganó los seis estados en 2020, pero en esta ocasión estaba por detrás en todos, excepto en Wisconsin, entre los votantes registrados.
El apoyo a Kennedy fue marcadamente consistente. Nunca estuvo por debajo del 9 por ciento ni por encima del 12 por ciento en ninguno de los seis estados y sus partidarios se repartían por igual entre las ciudades, los suburbios y las zonas rurales, y entre los trabajadores con ingresos altos y los que percibían salarios más bajos.
Sin embargo, el efecto Kennedy en la contienda entre Biden y Trump sí cambió en cada estado.
En Míchigan, la inclusión de Kennedy ayudó a Biden a zanjar la brecha con Trump entre los electores registrados, por 5 puntos porcentuales. Pero en Wisconsin, Nevada y Arizona, la ventaja de Trump aumentó en 2 puntos porcentuales cuando se incluyó a Kennedy.
Cuando la encuesta solo tenía en cuenta a los votantes probables, Biden ganaba por un estrecho margen en Míchigan, pero perdía en Wisconsin.
No estaba claro cuál era la causa exacta de las diferencias entre los estados.
Resulta evidente que a seis meses de las elecciones, el apoyo a Kennedy parece mucho más frágil que el de los dos principales candidatos. Cerca del 90 por ciento de los partidarios del actual presidente o del anterior dijeron que era muy probable o casi seguro que votaran. Pero solo dos tercios de los partidarios de Kennedy dijeron lo mismo. Y solo el 29 por ciento de los partidarios de Kennedy dijeron que lo apoyarían de manera “definitiva” este otoño, en comparación con el 80 por ciento de los partidarios de Biden y Trump.
Eso deja mucho espacio para que demócratas y republicanos definan a Kennedy e intenten recuperar a sus partidarios tradicionales.
Esos esfuerzos ya han comenzado. Trump y sus aliados están presionando para definir a Kennedy como un liberal (“RFK y Biden compiten por quién está más a la izquierda”, dijo Donald Trump Jr. en su programa de transmisión en directo la semana pasada). Los demócratas lo presentan como un infiltrado de la derecha apoyado por el movimiento MAGA de Trump. El Comité Nacional Demócrata ha creado todo un equipo para restarle apoyo a Kennedy.
El apoyo a Biden en el campo de los varios candidatos, de 33 por ciento, es idéntico a su apoyo en los sondeos del Times/Siena en estados disputados en noviembre. El apoyo a Trump ha subido del 35 al 40 por ciento.
Para Kennedy, el siguiente gran obstáculo es lograr estar en la boleta electoral. De los seis estados disputados encuestados, hasta ahora solo ha logrado entrar en la boleta de Míchigan.
Kennedy no es tan conocido como Trump o Biden. Pero es más querido. De los tres, Kennedy fue el único candidato con el que más votantes se mostraron a favor que en contra: el 41 por ciento eran favorables, frente al 38 por ciento que eran desfavorables.
“Estoy tan cansado de los republicanos contra los demócratas”, comentó Adam Bogues, de 33 años, director general de un dispensario de cannabis cerca de Grand Rapids, Míchigan. “Solo estoy tratando de romper con las mismas cosas que hemos estado recibiendo en los últimos, ya sabes, al menos desde que yo estoy por aquí, los últimos 33 años”.
Kennedy fue valorado de manera más positiva por los votantes más jóvenes, con una valoración favorable de alrededor del doble de personas menores de 30 años.
De todos los estados indecisos, Biden fue el más débil, y Kennedy el más fuerte, en Nevada, que es desproporcionadamente diverso y joven. El 27 por ciento de apoyo al presidente, en un estado que ganó en 2020, se situó más o menos a medio camino entre el 41 por ciento de Trump y el 12 por ciento de Kennedy.