Sin costuras a la vista, como es tradición en la marca, las mangas largas livianas y los vestidos estructurales se intercalaron en una superposición de texturas y prendas regidas por el moderno estilo deportista, que marcó el hilo conductor en las zapatillas que lucieron todas las modelos.
Predominaron en el desfile los pantalones en tonalidades oscuras , que aunque están fabricados de piel, dan un aire de elegancia al caminar femenino, propio de las prendas de vestir de esta firma.
Ataviadas con un moño bajo con efecto despeinado y maquillaje natural, tendencia de esta temporada, las modelos aparecieron paulatinamente con gabardinas de piel y una profusión de hebillas y cremalleras que fueron el plato fuerte de esta colección intermedia.
El brasileño encontró la sensualidad en la combinación de los tejidos, en las insinuantes mangas de seda o en las espaldas de nadadora de las modelos que seguían en la óptica submarina de la colección, con un gran bolso blanco como único accesorio destacado.
A modo contraste, Calvin Klein apostó en el cierre por un par de piezas con estampados de inspiración cubista, que no abandonaron la estética minimalista pero que despertaron curiosidad por su rigidez.
Por último, Costa, que sustituyó al propio Klein en la colección del 2003, reafirmó que en cuestión de faldas el largo de las piezas deja a la vista las rodillas de la mujer.
Las colecciones crucero suelen ser más informales, pero no menos sofisticadas, que las que lse presentan en las colecciones de moda de otoño/invierno y primavera/verano.