Las reglas son simples: lo pequeño va con lo pequeño, lo grande con lo grande, y lo mediano puede ir con lo pequeño, lo mediano y lo grande, siempre que la escala sea apropiada.
Quienes tienen un rostro pequeño, deben evitar el pelo voluminoso, los grandes aretes, y las cosas abultadas (por ejemplo, collares y bufandas) alrededor de lacara. Quienes tengan las caderas anchas, deben requrir bolsas grandes y estampados grandes, y las mujeres que tengan flacidez en los brazos, deben abstenerse de usar mangas cortas.
Una vez que aprendas qué es lo que funciona y qué es lo que no, no será necesario que pases largos ratos frente al espejo, preguntándote, “¿Qué es lo que está mal aquí?” porque tú sabrás darte cuenta de ello en el instante. Y eso es gran parte de la esencia del vestirse bien.
Por lo tanto, es indispensable que tengas en cuenta tus proporciones a la hora de elegir estampados, cortes y accesorios, para asegurarte que se amolden a tu cuerpo. Tú imagen te lo agradecerá.