La vocera del museo, Eva Martin, confirmó el jueves los reportes de la prensa local de que la anciana llenó los espacios con un bolígrafo negro. Ella estaba de visita el miércoles junto con grupo de personas de avanzad edad.
“La jubilada tomó un bolígrafo y escribió las palabras que faltaban en el crucigrama, dañando la obra”, dijo Martin.
Sin embargo, todo visitante debiera darse cuenta de que no es posible escribir encima de una obra de arte, lamentó la portavoz.
Martin dijo que las autoridades del museo creen que la pieza pueda restaurarse. La jefa del museo, Eva-Christina Kraus, presentó una queja judicial argumentando que tenía que hacerlo porque es requisito de las aseguradoras, aunque no hubo intención criminal.
La anciana se mostró sorprendida por las acusaciones del museo en su contra.
La obra fue retirada de exposición mientras que la policía informó que la anciana está bajo investigación por daño en propiedad.
No obstante que la obra está asegurada en US$89 mil, su reparación no tomará más que algunos cientos de euros, según personeros del museo.
Medios locales reportaron que el coleccionista privado que puso a disposición del museo la obra tomó el incidente con humor.