El artículo 81 de la Ley de Áreas Protegidas prohíbe la caza, transporte, intercambio y comercialización de ejemplares vivos o muertos, y quien lo haga recibirá una pena de cinco a 10 años de prisión y multa de Q10 mil a Q20 mil.
Eliézer Peralta, director del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), expresó: “Se hizo un monitoreo sobre especies en peligro de extinción y lo más preocupante es el caso del pato gallareta”.
Como parte de las acciones en favor del medioambiente se ha pedido colaboración de medios de comunicación locales para difundir durante tres meses un anuncio sobre la prohibición de caza del pato y un llamado a la conservación del tul, donde este anida.
María Victoria Ríos, asesora técnica de Vida Silvestre, del Conap, explicó que en Atitlán hay 40 especies de aves que habitan exclusivamente en el Lago y que utilizan la vegetación acuática como el tul para anidar y dormir, por lo que preocupa que esta planta también ha disminuido.
El gobernador Alejandro Salazar dijo que preocupan la caza y comercialización de especies de aves que habitan el Lago.
Recordó el caso del pato poc, una especie que ya no existe en Atitlán y pidió a la población apoyar la conservación de esas aves.
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