Peor desenlace no puede tener esa generación que brilló y cautivó por su futbol y su unión. Ahora, además de cargar esa mochila pesada de los constantes fracasos, deben lidiar con un castigo que hoy cumple un año, y que de no solucionarse podría desencadenar una desafiliación de dos años que de concretarse acabaría de tajo con el sueño mundialista de Qatar 2022.
Aquella trágica y retadora posición asumida por 34 asambleístas el 25 de octubre del 2016 mantiene en zozobra a esos mismos futbolistas que derrotaron a una exquisita camada de elementos mexicanos encabezados por el portero Guillermo Ochoa.
Y no es para menos, el reto de volverse a colocar la tan amada azul y blanco cada día se aleja más. Las soluciones, en vez de acercarse, se alejan. “Es triste el panorama. Vemos más cerca la oscuridad que la luz. Nuestro proceso no es el único que se sigue perdiendo, están todos los que vienen atrás. Y eso es lo que genera más frustración”, expuso José Contreras, el gran conductor ofensivo del combinado de Kenton.
La Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG), que prometió aportar soluciones, entorpeció aún más el camino que ya había demarcado el propio Comité de Regularización —retirado por la Fifa el 16 de agosto de 2017—.
Varios de esos seleccionados que el timonel costarricense Rodrigo Kenton escogió y amalgamó a la perfección para disputar el Preolímpico de la Concacaf en el 2008, disputaron quizás en la goleada de 9-3 que la Bicolor le propinó en casa a San Vicente y Las Granadinas, el 6 de septiembre, su último duelo.
“Es triste la lucha de intereses y de poderes que se da en nuestro futbol. Los más afectados siempre somos los jugadores y los aficionados. Nosotros no podemos mostrarnos, porque la Selección es una vitrina. Estamos atados. En vez de avanzar seguimos retrocediendo”, dijo lleno de tristeza y desilusión Jean Márquez, al que la Sub 23 de Kenton le sirvió para confirmarse en la Liga Nacional —dejó Jalapa por Comunicaciones—.
“La Selección te da la oportunidad de mostrarte para ser observado por equipos internacionales, jugando partidos exigentes. Es una puerta amplia para que puedan salir jugadores. Ojalá que todo se solucione para que se inicie una nueva ilusión. Hay que entender que hay que hacer las cosas bien”, agregó el zurdo Márquez.
El defensor Rafael Morales, que aquella noche del jueves 20 de marzo del 2008 el destino lo puso a prueba porque fue quien falló el decisivo penalti —muerte súbita— contra Honduras, comparte el sentimiento del especialista Márquez.
“Era el séptimo que tiraba. Era el más pequeño del grupo y nadie quería tomar el balón. Me atreví. Fallan los que tiramos. Esa experiencia me sirvió para crecer y reforzar mi autoestima”, recordó Rafa.
“Al no tener Selección los jugadores no se pueden mostrar. Solo jugando allí es que se fijan en uno. Es una lástima lo que está pasando. No se ve por dónde aparezca la solución. Cuando sintamos vamos a estar en el último lugar del ranquin de la Fifa”, ironizó el exjugador del Saprissa de Costa Rica.
El costarricense Rodrigo Kenton, el cerebro de la Sub 23 que estuvo cerca de conseguir la cuarta clasificación a unos Olímpicos y que jura que recorrió todo el país para encontrar al mejor talento en el futbol, también lamenta la condición del país ante la Fifa.
“Es seria la situación. El único que está siendo perjudicado es un país que futbolísticamente tiene potencial para sobresalir en el área. Urge que arregle su administración, porque el material humano lo tiene. Nosotros lo demostramos ganándole a México y a Costa Rica. Fue una lástima lo que nos pasó contra Honduras”, lamentó Kenton.
“Mi trabajo siempre fue claro y honesto. Yo nunca me dejé influenciar por ningún equipo. Visitamos el último rincón de Guatemala para observar jugadores. Si hubiera seguido no sé qué hubiera pasado con esa generación. Ver jugar todavía en el máximo nivel a Wilson Lalín y a Rafael Morales me deja tranquilo. Valió la pena ese proceso, lástima que se cortó”, expresó Kenton.